Esta alternativa al bikini y el bañador, nacida en los años 60, volvió a gozar de cierta popularidad a comienzos de los 2000, a pesar de seguir siendo una fuente inagotable de inconvenientes prácticos y estéticos. Hoy casi nadie se acuerda del trikini (aunque aún hay firmas que lanzan algún modelo cada verano) pero, eso sí, ya es un icono para la eternidad.
https://www.elmundo.es/yodona/moda/2025/07/31/68889c2121efa0fa398b4574.html