Si los progenitores no participan en la terapia del menor o son apartados, se pierde una parte esencial del tratamiento, la de comprender su historia y sus miedos, lo que afecta al vínculo entre ellos
https://elpais.com/mamas-papas/familia/2025-06-27/que-lugar-deben-ocupar-los-padres-cuando-un-hijo-va-al-psicologo.html