Invertir es un acto que puede desatar una montaña de sensaciones, de la avaricia al miedo. Pero justo en el control de las emociones está la clave del éxito, como demuestran los casos de estos inversores
https://elpais.com/economia/branded/inversion-libre-de-mitos/2025-06-06/no-se-invierte-para-sufrir.html